No contrate a un técnico que es sorprendentemente barato y que de inicio también le ofrece los servicios de redacción del correspondiente Proyecto de Rehabilitación (si fuera necesario), porque es muy probable que deba realizar trabajos de rehabilitación en su edificio, que de otra forma no serían imprescindibles.
Un conflicto de intereses se da en aquellas situaciones en las que el juicio de un sujeto y la integridad de sus acciones tienden a estar indebidamente influenciadas por un interés secundario, el cual es frecuentemente económico o personal.
Estos conflictos surgen en el día a día, y el mundo de la arquitectura e ingeniería no es diferente.
¿Dónde y por qué se da este conflicto de intereses en la realización de los Informes de Evaluación de Edificios?
Bien, como seguramente Ud. ya habrá podido leer a través de nuestra web o en nuestro blog, en el Informe de Evaluación de Edificios se suelen proponer reparaciones o mejoras en diversos elementos del inmueble inspeccionado que serán imprescindibles para obtener un IEE favorable, serán mejoras que servirán para conseguir un edificio seguro y duradero.
Se dan frecuentemente casos en las que los técnicos redactores de los Informes de Evaluación de Edificios tienen relaciones estrechas con empresas constructoras. Se trata de relaciones que van más allá de las simples recomendaciones. Qué duda cabe que nosotros los técnicos en nuestro quehacer diario entramos en relación con empresas constructoras que objetivamente nos parecen serias, profesionales y en definitiva recomendables, pero cuando el técnico recomienda insistentemente a una empresa constructora y no promueve la obtención de distintos presupuestos (de distintas empresas), con el fin de contrastar precios y calidades, estamos ante una relación perniciosa e inapropiada.
En estos casos, los técnicos redactores del Informe de Evaluación de Edificios pueden verse influenciados y considerar necesarias reformas que objetivamente no son imprescindibles, convirtiendo lo que debería ser un IEE favorable en un IEE desfavorable, y obligando a que ahora esa Comunidad de Propietarios deba realizar reformas en su edificio. Estas obras a acometer supondrán una sorpresa y un desembolso económico adicional para los propietarios que esperaban conseguir a un precio muy barato el preceptivo Informe de Evaluación de su edificio con la calificación de favorable y terminan rehabilitando su edificio con obras no siempre imprescindibles y con un coste elevado.
Es ese técnico con una ética cuestionable, el que frecuentemente redactará el correspondiente Proyecto de Rehabilitación y algunas veces propondrá de forma insistente a su empresa constructora de total confianza para que realice los trabajos. Se trata en estos casos de crear una necesidad artificial, donde no hubiera sido necesario realizar ningún tipo de obra de rehabilitación.
Desconfíe de técnicos excesivamente baratos que quieren realizar el trabajo incluso gratis, y de aquellos que van de la mano de empresas constructoras. ¡Al final lo barato le saldrá caro!
El Estudio de Arquitectura ALONE realiza Proyectos de Rehabilitación de inmuebles desde hace más de 25 años, pero no redactamos (saldo algunas excepciones) el Proyecto de Rehabilitación de aquellos edificios donde hemos redactado el correspondiente Informe de Evaluación de Edificios. No podemos ser los inspectores que dicen si algo está bien o mal, y después los técnicos que proyectarán las obras necesarias para reparar esas supuestas patologías.
Tan solo redactaremos el correspondiente Proyecto de Rehabilitación cuando la patología sea perfectamente constatable incluso por personas ajenas al mundo de la construcción, es decir, si por ejemplo se ha desprendido una zona del antepecho de cubierta y dicha circunstancia es objetiva y son necesarias las obras de reparación, y solo entonces podremos redactar el Proyecto de Rehabilitación. De forma resumida podríamos decir que, si un niño de 8 años ve necesario realizar obras en cualquier elemento del inmueble, es que dicha realidad no es cuestionable, por lo que solo en este tipo de circunstancia no estaremos en conflicto de intereses entre nuestra labor inspectora y nuestra faceta de proyectistas. Se trata de una autorregulación, que nos facilita el trabajo diario.
Es mejor trabajar sin la tentación de una promesa de trabajo futuro. Nos sentimos más cómodos de realizar nuestro trabajo de inspección sin ningún tipo de condicionante externo. Saber que independientemente del resultado de IEE, nosotros no participaremos en una futura rehabilitación de inmueble (si fuera necesario), nos da la claridad mental necesaria para realizar nuestro trabajo de forma óptima.
Si algo está objetivamente mal o supone un riesgo para los propietarios de un inmueble o para terceros, no dudaremos en proponer su reparación, aunque nosotros no participaremos en la misma. Preferimos no participar. Es una cuestión ética.
De igual forma, si el estado de conservación de un inmueble nos parece aceptable y nos permite posponer cualquier reparación en el mismo, entregaremos el correspondiente Informe de Evaluación de Edificios favorable. De hecho, la gran mayoría de nuestros IEE son favorables, solo algunos requieren pequeños arreglos y una minoría requiere de intervenciones integrales.
Es por esto, por lo que solo se debe contratar a un Estudio de Arquitectura que se comprometa a no redactar el correspondiente Proyecto de Rehabilitación, salvo excepciones muy concretas como las expuestas anteriormente. Dicha condición le proporcionará un buen Informe de Evaluación de su edificio, y supondrá un ahorro económico al no verse condicionada la evaluación del técnico por futuras expectativas de trabajo.
El Estudio de Arquitectura ALONE trabaja en todo el territorio nacional, y estaremos encantados de prestarle nuestros servicios
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